miércoles, 30 de mayo de 2012

Cambio en el cuento de las palabras

Aquel día de invierno, vi esa sonrisa inigualable, la del valiente delfín, era dulce y saltaba todo el rato sobre el barco de papel arrugado. Un día llamé a la magia, para hacer algo nuevo y amarillo, y poder hablar con el perro Endogoto. Era muy amarillo soñar que estaba en el columpio de mi infancia con el bonito perro, soñábamos con pasear en coche. Un día estupendo estaba en albornoz, en la casa grande, cuando oí al perro llorar porque el delfín se había ido a la tienda. Le expliqué que era bueno olvidar de vez en cuando y pasárselo bien con otras personas. El pobre perro agachó las orejas, pero luego fue muy amarillo, cuando interactuamos le hice hipnosis, era muy amarillo, quería mucho a ese perro tan brillante. Al día siguiente nos pusimos a bailar alrededor de la hélice del barco de papel, el perro era muy valiente, también nos encantaba saltar el clarinete. Era dulce llamar al delfín a la orilla del mar. Un día tramos al mar el barco arrugado, llevaba un mensaje para hablar con nuestro amigo. Al día siguiente, el mar nos trajo una zapatilla, y aunque el juego era amarillo, soñábamos con estar otra vez juntos los tres, comiéndonos un pastel y jugando a los juegos amarillos que se inventaba el delfín, cuando estábamos en su casa.

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